Bendecir y admirar la riqueza: Una práctica desde la sabiduría hawaiana

La filosofía Huna, una antigua tradición de sabiduría hawaiana, nos enseña a vivir en armonía con nuestras emociones, pensamientos y la energía del universo. Entre sus enseñanzas, destaca una práctica poderosa que puede transformar nuestra relación con la abundancia: sentir admiración, amor y bendecir a las personas ricas y sus logros.


La conexión entre la admiración y la abundancia

En lugar de alimentar envidia o resentimiento hacia quienes poseen riqueza, la Huna nos invita a cambiar nuestra perspectiva y, en su lugar, admirar y bendecir su prosperidad. Esta práctica no solo limpia nuestro corazón de emociones negativas, sino que también abre el camino para que podamos atraer esa misma abundancia a nuestras vidas.

Cuando ves a alguien con una hermosa 🏡, un 🚓 de lujo o viviendo una vida de confort, bendice a esa persona y su riqueza. Al hacerlo, envías un mensaje al universo de que aprecias y valoras la abundancia. Este acto sencillo genera una vibración positiva que, según la filosofía Huna, resuena contigo y trae oportunidades similares a tu vida.

Por qué funciona esta práctica

La energía sigue al pensamiento. Cuando criticas o desprecias a quienes tienen riqueza, refuerzas una mentalidad de carencia que bloquea la posibilidad de atraer prosperidad. En cambio, cuando admiras y bendices, cultivas una mentalidad de abundancia, permitiendo que esa energía fluya hacia ti.

Adoptando esta práctica

1. Cambia tus pensamientos: Si ves una mansión o un éxito financiero que te impresione, en lugar de compararte o sentir celos, di en tu interior: “Bendigo a esta persona y su riqueza. También deseo vivir en abundancia”.

2. Cultiva amor por la riqueza: Repite afirmaciones como:

  • Admiro a las personas ricas.
  • Amo a las personas ricas. 
  • Estoy aprendiendo a ser como ellas.

3. Sé coherente con tus acciones: 

Haz que tus decisiones financieras, hábitos y metas reflejen tu deseo de prosperidad.

Riqueza como un estado del ser

En la Huna, se entiende que la riqueza no es solo material, sino un estado de plenitud en todas las áreas de la vida: relaciones, salud, paz interior y felicidad. Al bendecir la riqueza en otros, también estás reconociendo tu derecho a experimentarla en todas sus formas.

La prosperidad comienza en ti

El simple acto de bendecir a los ricos transforma tu energía interna. La gratitud y la admiración son imanes para la abundancia. Recuerda siempre:

Admiro a la gente rica, amo a la gente rica, y yo también voy a ser una persona rica”.

Con esta práctica constante, estarás alineándote con el flujo universal de prosperidad. Confía en el proceso y abre tu corazón a las posibilidades limitadas que el universo tiene para ti.


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